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Slow parenting

Slow parenting

Fecha: 10 Jun 2019 - 12:41

Ahora que estoy en esta fase tan bonita de mi vida, el embarazo, surgen muchas dudas y conversaciones con otras madres o futuras madres y padres. ¿Es posible criar a nuestros hijos sin gritar, sin vivir nerviosos? Sí, es posible, pero entrarán en juego factores varios, unos relacionados con la capacidad personal y otros no.

Nuestra principal ansiedad suele venir de la conciliación entre familia y trabajo, y, normalmente, vemos que no llegamos a todo. esto genera frustración, ansiedad, irritabilidad, enfado, culpa…. Muchos padres optar por la compensación material de la ausencia en casa o el exceso de actividades extraescolares «para que no se enteren», esto es algo que frecuentemente veo en consulta, cuando no dejan que jueguen lo que quieran a los videojuegos como mecanismo de compensación o distracción. Sin embargo, estamos consiguiendo que los niños aprendan rápido, que se queden sentaditos frente a una pantalla sin molestar, que sean los primeros en sus actividades extraescolares, que no se aburran… en definitiva, para muchos, niños perfectos. Para ello, como padres, debemos pulir, proteger, presionar lo que haga falta. Pero, ¿cuál es el resultado real? Niños estresados, con problemas de tricotilomanía, trastornos del sueño, trastornos alimentarios, ansiedad, somatizaciones a través de dolores de cabeza y/ o estómago; y padres agotados, perdidos, ansiosos y con un grandísimo sentimiento de culpa y desesperanza.

¿Qué hacer entonces? Ésta es la gran pregunta, y la respuesta es muy sencilla: relajarse. Yo aconsejo practicar un estilo de crianza más tranquilo, más consciente. Debemos tener presente que el amor es nuestro pegamento y es lo más importante, es la función principal: demostrarles que les queremos incondicionalmente, por encima de lo que queremos que sean, de las expectativas… darles la seguridad que necesitan en base a nuestro a amor, permitiendo y fomentando que experimenten, exploren y se aventuren.

Nuestros hijos no son iguales, tienen habilidades y limitaciones diferentes, por lo que debemos valorar lo que son, validar sus sentimientos, no comparar y reconocer sus cualidades y defectos.

Olvidaos del «tengo que» en el que vivimos, céntrate en lo que tu hijo necesita en cada momento, lo que tu familia necesita y según dichas necesidades, decide con sentido común, si necesitáis ayuda, pedidla.

La perfección no existe en la parentalidad, es normal desesperarse en ciertas situaciones como cuando ves que los dos hermanos se están peleando o cuando tu hijo presenta una actitud desafiante. Aunque el impulso primario sea huir o pegar, para, respira y piensa que todo pasa, no te culpes por tu falta de paciencia puntual y céntrate en solucionar la situación que tienes delante.

Ser padre o madre exige presencia y tiempo de calidad donde poder comunicarnos y conectar, sentir y disfrutar.


Beneficios en los niños de ser autónomos

Beneficios en los niños de ser autónomos

Fecha: 31 Mar 2019 - 12:34

La autonomía en los niños es muy importante ya que obtienen los siguientes beneficios:

se autoperciben capaces de afrontar más situaciones
mejora su autoestima
gestionan más eficazmente emociones como ansiedad, miedo o frustración
Aunque la autonomía es muy positiva para loe niños, debemos tener en cuenta la edad del niño a la hora de fomentarla, pues si no están ajustadas a su edad puede tener un efecto no deseado en los niños.

Se ha realizado un estudio con 422 niños y niñas durante 8 años, con 2, 5 y 10 años. Se evalúo la interacción padre- hijo, los informes escolares y su propia experiencia a los 10 años. Los resultados fueron que un excesivo control de crianza a los 2 años tiene relación con una peor regulación emocional y a los 5 con peor comportamiento. Por otro lado, se encontró que a los 5 años, cuanto mayor es la regulación emocional, es probable que tenga problemas de tipo emocional y una probabilidad mayor de tener mejores habilidades sociales y ser más productivo en la escuela a los 10. Se encontró también que los niños de 10 años con mejor control de impulsos tenían menos probabilidades de experimentar problemas emocionales y sociales y una capacidad de mejora en la escuela mayor.

Otras investigaciones respaldan estos resultados sobre la sobreprotección en los niños, afirmando incluso que la sobreprotección está relacionada con una propensión a la autocrítica, ansiedad y depresión. Se ha encontrado también, que este estilo de crianza se ejerce más con niñas que con niños, relacionándolo con una menor capacidad para desarrollar mecanismos de defensa que permitan resolver adecuadamente conflictos y tratar estresores cotidianos.

¿Cuál es la razón? Que no se deja a los niños aprender a resolver sus problemas o dificultades en su día a día, no desarrollan estas habilidades y esto lleva a una tendencia a la ansiedad y a una peor regulación emocional, pues lo que sí desarrollan es una dependencia de sus figuras.

Eva Millet, autora de Hiperniños ¿Hijos perfectos o hipohijos?, aseguraba en una entrevista que «los hiperniños son el producto de una hiperpaternidad a la hora de criar y educar a nuestros pequeños, una crianza que les da todo, les protege de todo y se les indica lo que deben ser». Y enfatizaba: «la crianza en la actualidad es monstruosamente intensiva. La sobreprotección infantil produce niños altar, lo que les convierte en hiponiños, pequeños que no saben defenderse, que no son autónomos, porque se lo dan todo hecho. Se lo están dando todo resuelto”.

Así que apoyemos, marquemos límites y pongamos normas pero dejemos que nuestros niños puedan desarrollarse autónomamente.


Claudia Cobo Martínez, psicóloga profesional
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